Además de sus exquisitas cualidades como restaurador que aplica diariamente en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, Gonzalo ofrece a todos los que le visitan acceso a publicaciones sobre arte imposibles de conseguir en la isla. Conversador inteligente, polemista y escritor, siempre generoso, acompañado de Isa y su baby Martín, son los amigos que todos necesitamos tener.
Por Gonzalo Vadecráneo
Hace mucho tiempo que las íes dejaron de tener punto pues no eran bien vistos quienes solo pretendían ponerlos sobre ellas, y mucho tiempo ha pasado desde que Basilio Martín Patino realizó su falso documental "La seducción del caos" en el que colocaba los puntos sobre el estúpido orden que pregonaba la televisión. Disentir ante lo establecido se convierte en una obligación estética, la obligación moral vendrá una vez que hayamos superado la sorpresa y el enojo y quede impoluto el camino a la reflexión.
Y de eso se trata, de estar desinformados creando un caos esquizofrénico informativo en el que perdamos el sentido de la realidad para que nos venza la rabia, para que seamos incapaces de crear nuevos modelos de visión del mundo, nuevos espacios para la sedición.
Martín Patino pone en evidencia la perversión del medio televisivo y su capacidad para generar espectáculos ficticios, representaciones litúrgicas imposibles de ser analizadas por los sorprendidos telespectadores al carecer de datos objetivos y de información veraz. El arte de la palabrería, de la sombría demagogia, de la desvergüenza, establece sin pausa un único criterio colectivo asumido con sumo gusto, el asentimiento, aplicado a golpe de sermón mediático.
Entendido el caos como una masa informe que contiene el germen, pero sin orden ni concierto, de lo que más tarde tendrá una existencia definida, seamos optimistas, sediciosos y caóticos y plantemos cara, desde nuestros decorados cotidianos, a la inmoralidad del sistema, al pensamiento único, a la estupidez.
El futuro planea sin combustible pero está llegando.
© Gonzalo Vadecráneo
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