Artista ganador del Concurso Internacional sobre Arte y Vida Artificial convocado por la Fundación Telefónica con el proyecto Morphogénesis, imparte en el MEDIALAB, un Taller sobre arte electrónico, danza interactiva, arquitectura virtual y electroacústica en Junio 04. Cambio de planes para estar en esas fechas de nuevo en Madrid. El encuentro es muy estimulante pudiendo intercambiar ideas y proyectos. La primera colaboración se plasma en este catálogo con unas reflexiones verdaderamente interesantes. Sus conocimientos sobre música y sus aplicaciones híbridas cargadas de planteamientos filosóficos lo convierten en un referente mundial.
Futuros Emergentes. El tecno-poder y las difusas fronteras entre el arte y la tecnología, por Jaime del Val
Las discusiones habituales sobre las relaciones entre arte y tecnología parecen pasar por alto un hecho relevante: que las relaciones implícitas entre la una y la otra van más allá del medio que sirve al fin (la tecnología como medio que sirve al arte) y que las difusas fronteras entre uno y otro término se inscriben en un proceso netamente constitutivo de relaciones de poder: La tecnología es productora y producto de representaciones y lenguajes, de formas y categorías del discurso.
Si intentamos releer el término griego Technè, en el que parecen estar unidos aspectos de lo que hoy llamamos arte y aspectos de lo que hoy llamamos tecnología, podemos dar un primer paso hacia la recuperación de la relación inmanente que regula esa frontera difusa. Sin embargo para entender más profundamente sus implicaciones no podemos sino sumergirnos en los mecanismos del poder implícito del tardocapitalismo y en su genealogía, que atraviesa lo que Foucault llama la sociedad disciplinar y la sociedad de control (1). Si estamos en las postrimerías de esta última, donde la tecnología, implantada perversamente en todos los cuerpos, puede cómodamente reproducir las formas que sirven al sistema tardocapitalista, la tecnología deviene el mecanismo fundamental (y acaso único) de la estandarización que el sistema necesita: estandarización no ya de ideas, sino de formas, de representaciones, de lenguajes.
Hay que ir más allá del discurso del software libre y plantear una crítica inmanente de las representaciones y los lenguajes que se articulan en el contexto de la producción tecnológica: ¿qué categorías de la corporalidad se reproducen en el hardware, qué formas de escritura condicionada social y culturalmente se reproducen el la programación, qué representaciones, qué FORMAS aseguran el fortalecimiento del sistema tardocapitalista a expensas de las diferencias?
Características del sistema: Estatus Implícito del poder: el gran secreto de su éxito, en la medida en que esconde sus mecanismos, impide toda rebelión, no cuestiona la libertad de ideas: controla las formas: el cauce necesario, implícito, apriorístico de toda representación.
Estandarización: el requisito indispensable para el buen funcionamiento del sistema, opera en todos los órdenes.
Despolitización: Consecuencia inevitable y necesaria de la estandarización: Tras el espejismo de una aparente libertad de expresión y pluralidad de pensamiento político se afirma una vacuidad de formas que debe servir al sistema, más allá de cualquier ideología.
Neutralización y vacío: Cuando algo se comercializa, se convierte en LOGO, es vaciado de todo sentido: requisito indispensable para el buen funcionamiento del sistema: casi todos creemos estar en posesión de un espacio de libertad, las protestas se hacen, salvo en raras excepciones, redundantes, las luchas se cuestionan de forma implícita. Resbalamos así en las superficies de los logos: libres de escoger la superficie más resbaladiza.
Virtualización y espectacularidad: Requisito para la estandarización: parece que tenemos acceso a la información (a pesar de la censura explícita), pero nos es extrañamente ajena... De esta manera la guerra o el hambre, al tiempo que parecen exponerse a la mirada, se alejan de nosotros misteriosamente.
¿Cómo, si no, toleraríamos el dantesco espectáculo de los medias sin movilizarnos permanentemente?.
Velocidad y borrado: la tecnología impone sus lenguajes: se implanta cargada de falsas promesas en todos los territorios y cuerpos, borra en cuestión de meses culturas populares enteras, estandariza el planeta: el imperio de la comunicación no verbal: TV, cine, música, ropa, alimentación, software y hardware... La velocidad de la implantación tecnológica y sus carácter implícito aseguran una victoria total del sistema e impiden cualquier forma de sedimentación: te obligan a hablar su lenguaje de la velocidad, del efecto, de la superficie.
Capacidad de asimilación: condición de supervivencia del sistema: toda FORMA debe ser asimilada. Cualquier gesto subversivo, apenas se concrete, debe ser incorporado en el espacio corporativo, convertido en un LOGO posible, asimilado al lenguaje de las formas LOGO-céntricas. La vida escapa constantemente al sistema y por tanto debe ser constantemente reasimilada, cada vez con mayor velocidad. Citación paródica, performatividad (2), asimilación, juego de desplazamientos, resignificaciones...
Unidireccionalidad de la producción tecnológica: software y hardware, medios de comunicación de masas, publicidad, mercadotécnia... La conectividad no asegura de entrada un régimen democrático de la comunicación. ¿Quién articula las redes de comunicación y sus arquitecturas?. ¿Con qué fin?. ¿Qué régimen de la representación se implanta?. La estandarización de formas y de flujos de información, de representaciones, la contaminación y canalización que se hace desde los núcleos corporativos (estandarización de lenguajes, de interfaces) contaminan el posible flujo horizontal de la comunicación. Son las nuevas formaciones del Tecno-poder.
Las estrategias radicales de la representación y el lenguaje encuentran en los medios digitales un ámbito de desarrollo tan infinito como amenazado: infinito por las posibilidades, amenazado por la industria serializada que impone el lenguaje y la representación: desde el uso de la cámara hasta la producción de instrumentos híbridos, interactivos, transcorporales... Mal-utilizar la tecnología, los programas, las interfaces... sí, pero vallamos más allá, creemos nuestros instrumentos-lenguajes-cuerpos-interfaces nuestros metacuerpos, nuestro metaware. Es posible, finalmente, sobrepasar el paradigma postmoderno de la parodia sin el retorno a una modernidad: se abre un horizonte incierto: la Morfogénesis del sujeto (3).
En la música contemporánea y el arte sonoro, en el cine abstracto, en algunos terrenos de la danza y la performance, la arquitectura y la literatura, encontramos modelos radicales de lenguaje, y por eso marginales. Y encontramos muchos hilos abiertos, sinestesias, asociaciones, aperturas que no es que realicen síntesis de disciplinas y lenguajes, sino que vienen a demostrar que las fronteras son ficticias, contingentes, construidas, que no resisten a un cuestionamiento minucioso. Son formas de pensamiento híbrido que desafían el esquema logocéntrico de la formalización, que se abren al afuera....
Pero quizás es la metáfora del instrumento la que más poderosamente puede hacernos reconsiderar la interfaz, la prótesis, el cuerpo: como proceso de formación de lenguaje y representación. Este giroradical hacia una metarrepresentación es acaso el único anticuerpo posible para una política de resistencia a la estandarización tecnológica en el tardocapitalismo. Los tecnopositivistas que defienden las virtudes de la conectividad deberían plantearse si la conectividad es positiva a priori o si depende radicalmente de su articulación. ¿Es cualquier planteamiento telecrático a priori democrático?
Notas:
Michel Foucault desarrolla en La Historia de la Sexualidad su concepto de poder ubícuo, descentralizado, productivo e implícito y define la emergencia de un biopoder, característico de las sociedades de control. Foucault señala el paso de la sociedad disciplinar que operaba a través de instituciones (asociada a la modernidad) hacia una sociedad de control -concepto elaborado también extensamente por Gilles Deleuze- en la que el poder deviene nétamente implícito. Toni Negri y Michael Hardt, en su libro Imperio, retoman el concepto de biopolítica en el marco de un proyecto que contesta los regímenes imperialistas del pancapitalismo. (Foucault, M. La Historia de la Sexualidad, S.XXI Editores, México 1998. Negri, T. y Hardt, M.: Imperio, Paidós, Barcelona 2002)
La performatividad en el lenguaje fue descrito por J.L.Austin en el libro Cómo hacer cosas con palabras (Barcelona 1998, Paidós). Los actos performativos, o realizativos del lenguaje son aquellos que producen aquello que dicen. Posteriormente Judith Butler desarrollará la teoría de la performatividad del género, sentando así las bases de la teoría queer, en el marco de estudios gays y lesbianos.
Morfogénesis es un término que se utiliza en biología para denominar los procesos de formación de órganos en los organismos que nacen. Aquí empleamos el término en sentido metafórico para denominar el proceso de formación de la representación.
© Jaime de Val. Instituto REVERSO
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